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Feliz Cumpleaños originales para niños (y no tan niños)

¿Os ha pasado alguna vez que, en medio de la emoción del cumple de vuestro peque, os da la sensación de que el momento de soplar las velas es siempre… lo mismo? La típica canción, las mismas risitas nerviosas, la foto de rigor… ¡Y no está mal! Pero, ¿y si este año le dais un giro divertido, original y que todos recuerden? Sí, hablo de reinventar ese instante mágico de las velas para convertirlo en algo único. Porque, seamos sinceros, a todos nos gustaría que ese minuto brillara tanto como las velas.

Así que, si os apetece cambiar el «Cumpleaños feliz» por algo más creativo, aquí os traigo 7 ideas para hacer del momento de soplar las velas algo épico. ¡Vamos a darle vidilla a la tradición!

  1. ¡Flash mob familiar!
    Imaginaos esto: en lugar de empezar a cantar la canción tradicional, alguien pone una música supermolona (como «Uptown Funk» o «Happy» de Pharrell Williams) y, de repente, toda la familia sale al centro de la habitación con una coreografía sencilla y divertida. Los niños alucinarán, los invitados se unirán, y el cumpleañero se sentirá como el rey de la fiesta. No hace falta ser Beyoncé: unos pasos simples, mucho entusiasmo y ¡a bailar alrededor de la tarta! Si no tenéis tiempo para prepararlo, incluso podéis improvisar una «batalla de baile» donde cada invitado haga un paso y el cumpleañero elija al ganador.
  2. La canción… ¡con baile! 
    ¿Y si en vez de cantar, todos hacen playback como si fueran estrellas de rock? Podéis elegir una versión heavy del «Cumpleaños feliz» (hay miles en YouTube) o incluso una canción temática (como «We Will Rock You» de Queen, cambiando la letra). Repartid micrófonos de juguete, gafas de sol ridículas y dejad que los niños (y los papás) se transformen en artistas por un día. ¡Las risas están aseguradas, y las fotos serán para enmarcar!
  3. La cuenta atrás más emocionante.
    Olvidaos de la canción y convertid el momento en una cuenta regresiva tipo Nochevieja. Los adultos y niños gritan: «¡3, 2, 1… SOPLAAAAA!» mientras el cumpleañero apaga las velas. Para darle más épica, podéis añadir efectos: confeti que salta al llegar a cero, una pequeña fuente de chispas (segura para niños) o incluso un sonido de campanas grabado. Si queréis que sea aún más especial, escribid en un papel un deseo colectivo (ej: «¡Que todos aprobemos matemáticas!») y quemadlo simbólicamente junto a las velas (con supervisión, claro).
  4. El karaoke invertido.
    En lugar de cantar al cumpleañero, ¿por qué no hacer que él cante a los invitados? Antes de soplar las velas, el niño puede subirse a una «tarima» (un taburete decorado) y dedicar una canción a sus amigos y familia. Puede ser una canción que le guste, un rap inventado o incluso un agradecimiento en forma de tonadilla. Los invitados votan con aplausos si merece… ¡el trofeo de «Mejor artista del año»!
  5. La canción de las preguntas.
    Convertid la canción en un juego. Por ejemplo, los invitados cantan una versión modificada del «Cumpleaños feliz» donde, en lugar de decir el nombre del niño, hacen una pregunta absurda y él tiene que responder antes de soplar. Ejemplo: «Cumpleaños feliz, ¿qué animal te gustaría ser?» (y el niño grita: «¡Un tiburón!»). Otra variante: cada invitado dice en voz alta un deseo para el cumpleañero («¡Que te regalen una consola!») antes de gritar «¡SOPLA!» al unísono.
  6. La sorpresa inolvidable.
    ¿Y si el momento de las velas viene precedido por un vídeo sorpresa? Podéis preparar un montaje con fotos y videos del niño, mensajes de familiares que no han podido asistir o incluso un fake de sus ídolos (hay apps que permiten hacer vídeos personalizados con personajes famosos). Cuando termine el vídeo, todos gritan «¡Feliz cumpleaños!« y llega el momento de soplar. ¡Añade emociones y hasta alguna lagrimilla de emoción!
  7. El ritual mágico.
    Para los peques que adoran la fantasía, convertid el momento en un «hechizo» colectivo. Apagad las luces, encended solo las velas y repartid varitas mágicas (o linternas con forma de estrella). Un adulto (o el cumpleañero) dirige el ritual: «¡Por el poder de las velas brillantes, que todos tus deseos se hagan realidad… SOPLAAAA!». Mientras el niño sopla, los invitados agitan sus varitas y gritan una frase mágica inventada («¡Shazam cumpleaños!»). Si el niño es fan de Harry Potter, Frozen o algún universo similar, podéis adaptar el ritual a su temática favorita.
  8. Bonus: ¡La ola de los deseos!
    En lugar de cantar, los invitados hacen «la ola» alrededor de la tarta mientras dicen uno por uno: «¡Feliz cumpleaños, [nombre]!». Cuando la ola completa da la vuelta, el niño sopla las velas. Para hacerlo más original, podéis usar linternas o bengalas de mano (seguras para niños) que se enciendan y apaguen al ritmo de la ola.

Y un consejillo extra… Si queréis que el momento sea aún más especial, involucrad al niño en la elección. Preguntadle unas semanas antes: «¿Cómo te gustaría que cantáramos (o no cantáramos) cuando soples las velas?». A veces sus ideas son las más locas… ¡y las más divertidas!

Espero que estas ideas os inspiren para hacer del momento de las velas algo único. Al fin y al cabo, los cumpleaños infantiles son la excusa perfecta para crear recuerdos que durarán toda la vida (y para que los papás presumáis de originalidad, claro).

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